Como cada año, los jóvenes de la Diócesis hemos comenzado el Adviento de una manera especial: parándonos a reflexionar sobre este tiempo de preparación y esperanza previo a la Navidad. Rumbo a Belén era el lema bajo el que hemos reflexionado desde el sábado por la mañana hasta el domingo, recorriendo los distintos puntos cardinales con una brújula muy especial.
Comenzábamos en la Parroquia de San José Artesano, reflexionando sobre el Oeste y esa necesidad de orar. Después de caminar hasta Marchamalo, hacíamos una pequeña parada en el Sur, viendo la necesidad del “servicio” tanto a los más necesitados de nuestro mundo como a los que tenemos cerca y también necesitan una mano amiga. En Yunquera y después de la comida, en pequeños grupos hacíamos una parada en el Este, en las esperanzas y sueños que cada uno tiene. Y finalmente por la noche, llegábamos al Norte: Jesús.
No se puede olvidar un momento significativo en todas las Marchas de Adviento: el Encuentro con la Comunidad de Religiosas, en este caso las Monjas Jerónimas, las que de una forma sencilla y muy hospitalaria compartieron la tarde del sábado , con distintos momentos como las Vísperas, un encuentro-diálogo y la Vigilia.
Agradecer desde aquí la gran generosidad y acogida que mostraron las distintas Parroquias, desde la de San José Artesano, como la de Marchamalo y por supuesto la de Yunquera, y todas las personas que han hecho sentirnos como en casa.
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